Tras los cambios en la estructura de Dirección de Correos, culminada hace unos días con el nombramiento de Ignacio García de Sola como nuevo Director comercial y de marketing, el Presidente de Correos, Sixto Heredia, está desarrollando una ronda de reuniones en las diferentes Zonas de la empresa.
LO QUE EL PRESIDENTE DICE:
Que el mercado postal español está fuertemente condicionado por la
liberalización que se producirá en 2011.
Que los volúmenes de envíos se están reduciendo considerablemente a
causa de la crisis económica, a la que se añade el efecto sustitución de las
comunicaciones electrónicas:
…LO QUE EL PRESIDENTE NO DICE (O NO PUEDE O NO LE DEJAN DECIR) Y CCOO NO PUEDE CALLAR
LO QUE EL PRESIDENTE DICE:
Que el mercado postal español está fuertemente condicionado por la
liberalización que se producirá en 2011.
Que los volúmenes de envíos se están reduciendo considerablemente a
causa de la crisis económica, a la que se añade el efecto sustitución de las
comunicaciones electrónicas:
- Reducción de envíos en 2008: 5,2%
- Reducción de envíos en el primer trimestre de 2009: 10,4% (sin olvidar elmás del 20% del publicorreo)
- Que esta pérdida de envíos va a ser difícilmente recuperable
- Que ello se está reflejando en los resultados económicos de la empresa:
- Beneficios de 2008 (antes de impuestos): 107 M €, un 28,4% menos que en 2007
- Beneficios del primer trimestre de 2009: un 50% menos que en el mismo período de 2008 (o sea, que vamos camino del déficit).
- Que el absentismo, situado en un 7,3%, supone un coste de 105 M € anuales (no se analizan las causas del mismo ni su desglose).
- Que, ante todo ello, Correos va a orientar su futura estrategia en cuatro ejes fundamentales:
- Innovación y calidad
- Diversificación
- Eficiencia y productividad
- Compromiso con los trabajadores
…LO QUE EL PRESIDENTE NO DICE (O NO PUEDE O NO LE DEJAN DECIR) Y CCOO NO PUEDE CALLAR
Que Correos lleva casi cinco años fuera de la agenda política y sin política postal definida por parte de los sucesivos Gobiernos, situación excepcional en el ámbito de la UE, donde todos los Gobiernos están fortaleciendo a sus respectivos Correos para que sean capaces de afrontar la liberalización.
Que con las proyecciones de resultados de cara al cierre de 2009, Correos va a finalizar el año, por primera vez desde hace una década, en números rojos.
Y mientras, los Ministerios de tutela (Economía y Fomento) miran para otro lado, sin poner una sola iniciativa sobre la mesa (como bien sabe el Presidente).
Que es difícil explicar que la salida de esta crisis pase únicamente por incrementar compulsivamente la productividad, o con la pócima mágica en un Acuerdo y Convenio como el que se está proponiendo por parte de la Dirección
(flexibilización, desregulación de las condiciones de trabajo y de los salarios…).
Que el absentismo requiere un enfoque amplio que lo aborde no sólo desde las políticas de “discriminación positiva”, sino también desde una política preventiva (tímidamente desarrollada hasta la fecha) que refleje el impacto de la tensión laboral generada.
Que una empresa 100% pública como Correos, como en el caso de otros sectores,
debería estar avalada por una política postal nítida por parte del Gobierno que
ahora no tiene, para, al menos:
Definir la transposición de la Directiva. Aún no sabemos si el Gobierno tiene intención de acometer una nueva Ley Postal para esa fecha.
Definir los contenidos, extensión y mecanismos de financiación del Servicio Postal Universal
Definir el modelo de empresa a través de un Plan Estratégico que contenga algo más que unos simples apuntes.
Definir el marco de regulación de los derechos laborales, evitando que la crisis y la liberalización impacte gravemente en los trabajadores.
Para CCOO, que comparte la preocupación ante unas cifras que lo son (preocupantes), más allá de lo que el propio Presiente de Correos pueda o no pueda decir, el peor enemigo en la actual situación es el silencio (el político, el sindical o el de la Dirección) y la falta de iniciativas. Y CCOO no va a quedarse mirando al tendido porque ese es, y no otro, el ejercicio de nuestra responsabilidad.
Es por ello que, negro sobre blanco, hemos puesto nuestras cartas boca arriba, con la propuesta de un Pacto de Estado sobre el futuro del Correo que defenderemos en los diferentes ámbitos de actuación que corresponda, basado en la regulación del servicio público, de la competencia y del empleo como mejores armas para combatir la crisis y la liberalización.
Que con las proyecciones de resultados de cara al cierre de 2009, Correos va a finalizar el año, por primera vez desde hace una década, en números rojos.
Y mientras, los Ministerios de tutela (Economía y Fomento) miran para otro lado, sin poner una sola iniciativa sobre la mesa (como bien sabe el Presidente).
Que es difícil explicar que la salida de esta crisis pase únicamente por incrementar compulsivamente la productividad, o con la pócima mágica en un Acuerdo y Convenio como el que se está proponiendo por parte de la Dirección
(flexibilización, desregulación de las condiciones de trabajo y de los salarios…).
Que el absentismo requiere un enfoque amplio que lo aborde no sólo desde las políticas de “discriminación positiva”, sino también desde una política preventiva (tímidamente desarrollada hasta la fecha) que refleje el impacto de la tensión laboral generada.
Que una empresa 100% pública como Correos, como en el caso de otros sectores,
debería estar avalada por una política postal nítida por parte del Gobierno que
ahora no tiene, para, al menos:
Definir la transposición de la Directiva. Aún no sabemos si el Gobierno tiene intención de acometer una nueva Ley Postal para esa fecha.
Definir los contenidos, extensión y mecanismos de financiación del Servicio Postal Universal
Definir el modelo de empresa a través de un Plan Estratégico que contenga algo más que unos simples apuntes.
Definir el marco de regulación de los derechos laborales, evitando que la crisis y la liberalización impacte gravemente en los trabajadores.
Para CCOO, que comparte la preocupación ante unas cifras que lo son (preocupantes), más allá de lo que el propio Presiente de Correos pueda o no pueda decir, el peor enemigo en la actual situación es el silencio (el político, el sindical o el de la Dirección) y la falta de iniciativas. Y CCOO no va a quedarse mirando al tendido porque ese es, y no otro, el ejercicio de nuestra responsabilidad.
Es por ello que, negro sobre blanco, hemos puesto nuestras cartas boca arriba, con la propuesta de un Pacto de Estado sobre el futuro del Correo que defenderemos en los diferentes ámbitos de actuación que corresponda, basado en la regulación del servicio público, de la competencia y del empleo como mejores armas para combatir la crisis y la liberalización.
