lunes, 5 de octubre de 2009

EL GOBIERNO DEL PSOE ABANDONA A SU SUERTE A CORREOS CON UNA ASFIXIA ECONOMICA QUE LO DEJA EN VÍA MUERTA


(PÉRDIDAS DE 63 MILL. € EN 2009)
Hace un par de meses, UGT, en su obsesión por replicar a CCOO ante la línea crítica que venimos ejerciendo sobre la errática política postal del Gobierno, proclamaba para Correos “un futuro esperanzador ante el nuevo escenario”...“No vamos a jugar al catastrofismo […] existen los mimbres suficientes para no entrar en el fatalismo”. (El Pueblo de Ceuta, 17 de julio de 2009). Con sólo el verano de por medio frente a tan “optimistas” declaraciones, en el marco del “silencio oficial” de la empresa y de Fomento, los Presupuestos Generales del Estado para 2010, desgraciadamente, nos han venido a dar la razón.
Si pretendían convencer del cambio de patrón de crecimiento –algo que todos los expertos cuestionan-, desde luego Correos –único sector de Fomento, junto a Puertos, que recorta la inversión productiva- se queda al margen; si perseguían tranquilizar la ansiedad colectiva ante la situación crítica que vive Correos, la falta de proyecto postal que reflejan los Presupuestos sólo puede convertirla en vértigo y miedo


Los números –que son los que traducen la acción política del Gobierno- son incontestables: Correos acabará este año con un déficit de 63 millones de euros (y hace sólo nueve meses se preveían beneficios de 60 millones) y la previsión para 2010 supondrá un agujero económico de 151 millones. En un solo año Correos va a pasar de los beneficios (moderados) de los últimos ejercicios (desde el año 2000; por cierto, desde la Ley Postal) a unas pérdidas que nos llevan al déficit de hace 20 años. Y todavía alguno repetirá la cantinela de que la culpa es del Convenio


Dicho de otro modo, todo el proceso de modernización y adaptación (en los que el esfuerzo y la implicación de sus 67.000 trabajadores ha sido crucial) para alcanzar la velocidad media de los correos de Europa, incrementar la competitividad y mejorar el servicio prestado a los ciudadanos puede quedar absolutamente truncado si, ante una situación de emergencia, no se activan medidas urgentes para evitar el desmantelamiento por abandono de Correos. Y eso no se arregla, como algunos pretenden, con una “sentada-foto” con el Ministro de Fomento



2007De la lectura de los PGE no se desprende ninguna apuesta ofensiva y de futuro por el proyecto postal ni por su operador referente, Correos; ni tampoco se establecen mecanismos correctores para su situación crítica actual: pese al discurso “oficial” de la importancia del Servicio Postal Universal, las aportaciones del Estado se han venido mermando (fueron recortadas hace dos años en más de 15 mill. €, y este año se han congelado), como igualmente se ha recortado la capacidad inversora de Correos en un 10%, lo que dificulta extraordinariamente la capacidad de mantener y mejorar la red postal pública y pone en entredicho las condiciones para garantizar el empleo. En definitiva, ninguna medida que venga a paliar una situación de emergencia postal que ya nadie puede ocultar.


Un modelo postal “a la deriva” que requiere un debate integral urgente

CCOO viene advirtiendo desde hace años, especialmente desde el año 2006, con motivo del Decretazo de Acceso a la red postal pública, de los riesgos que entrañaban algunas iniciativas parciales para la viabilidad de Correos. Advertía igualmente, ante una clara ausencia de modelo postal por parte del Gobierno, o lo que es peor, ante la apuesta por un modelo “a la deriva, sin rumbo”, de la necesidad de poner el debate postal en un primer plano de la agenda política. Y si hay que reconocer que la crisis ha influido profundamente en la situación actual, también hay que reconocer que la total falta de previsión y atención política que se le ha brindado a Correos a lo largo de los últimos años ha colaborado no poco a propiciarla.

El ministro de Fomento proclamaba, en un reciente editorial en el diario El País titulado “Gobernar es decidir”, que la situación económica del país requiere “determinación, ambición, sensibilidad y responsabilidad”. CCOO, compartiendo estas prioridades, entiende que el sector postal público y Correos las requieren con urgencia: requiere una regulación aceptable del mercado en la transposición de la Directiva que supere los graves errores de la legislatura anterior, mecanismos de financiación para el Servicio Postal Universal, mantenimiento/incremento de la capacidad inversora de Correos como única garantía para el empleo de la mayor plantilla del país, y todo ello pasa por iniciar un debate integral que CCOO vienen exigiendo desde hace años.

Ni los trabajadores ni CCOO, como primera fuerza sindical del sector y de Correos, vamos a aceptar la pasividad como respuesta a una situación insostenible. Antes al contrario, vamos a exigir “determinación, ambición, sensibilidad y responsabilidad” (políticas, añadimos), desde el diálogo social, desde la corresponsabilidad (en la que no están incluidos sólo los trabajadores) y desde la construcción de un amplio acuerdo sindical y parlamentario que CCOO ha planteado en forma de PACTO DE ESTADO por el correo público y que debería partir de premisas claras hacia objetivos igualmente precisos.

Efectivamente, sr. Ministro, la situación exige GOBERNAR, CONSENSUAR Y DECIDIR. Así se lo hemos transmitido en las reuniones mantenidas con Fomento para que se tomen las medidas de Regulación y financiación que deben armar ese consenso y que han de ponerse negro sobre blanco sobre la Mesa antes del cierre de los presupuestos a 31 de diciembre. CCOO iniciará una campaña de sensibilización en los centros de trabajo y en el Parlamento, campaña que, de no recibir señales claras por parte de Fomento, lo será de movilización.