El jueves 19 de abril el Presidente del Grupo Correos ha realizado su primera comparecencia ante la Comisión de Presupuestos del Congreso de los Diputados para rendir cuentas ante los Grupos Parlamentarios de la situación actual y los planes de futuro para el operador público.
En su exposición, ha detallado los diferentes aspectos relativos a las dificultades que para Correos supone el acusado descenso –un 7,9 % en 2011, QUE YA ES DEL 10% EN 2012- del volumen postal, el impacto que la liberalización del mercado supone por la presión de los competidores sobre la cuota de mercado y el descenso de la demanda que configura, en su conjunto, un escenario regresivo de en torno al 5% anual.
Una situación que, según sus palabras, puede ser reorientada si se avanzan iniciativas favorables en los campos de la financiación del SPU –recuperar lo que no se pagó en la anterior legislatura-, del mercado y la competencia –relectura de la mala Ley Postal actual- y si se pone en marcha un Plan de Empresa capaz de concretar las acciones que el actual Plan Estratégico –que nació escrito en barra de hielo- no ha sido capaz de desarrollar.
Un conjunto de iniciativas que CCOO va a valorar en los próximos días pero que, a modo de balance de urgencia podemos afirmar que apuntan, con todas la precauciones que sean necesarias -más aún en el contexto político y económico en el que nos encontramos- en la dirección correcta más todavía cuando, en sede parlamentaria, el Presidente se ha comprometido a respetar los acuerdos firmados –Convenio de Laborales y Acuerdo de Funcionarios –, y por lo tanto la negociación colectiva en Correos, los derechos de los trabajadores; y, de manera explícita, en tratar de llevar a cabo el proceso de consolidación de nuevo empleo estable, haciéndolo compatible con un descenso de plantilla –en torno a 2.000 trabajadores- que no vaya más alla del descenso de la actividad; eso sí, no a través de ERES –que el propio Presidente de SEPI ha negado- sino a través de jubilaciones, excecencias voluntarias y accesos voluntarios a otras Administraciones Públicas.
Se demuestra, una vez más y en contra de quienes juegan permanentemente a francotiradores sin aportar nunca una solución, que los acuerdos son instrumentos útiles para los trabajadores, especialmente importantes en momentos de crisis. Tienen el mismo valor que quienes los promueven, los avalan y los firman. CCOO ha entendido lo que dice el Presidente en el sentido de desarrollar los compromisos pactados con las Organizaciones Sindicales (el más reciente ha sido la promoción interna, el siguiente debe ser la consolidación).
Si éste es el camino que el Presidente está dispuesto a recorrer, si los hechos confirman las palabras expresadas, en ese camino encontrará a CCOO. La voluntad explicitada en sede parlamentaria está clara; ahora toca ponerse manos a la obra y convencer a sus “mayores”. En eso, también encontrará el apoyo de CCOO, que sigue pensando QUE ESTA EMPRESA TIENE FUTURO Y VIABILIDAD, INCLUSO EN UN CONTEXTO DE CRISIS.
