Desde que grupos económicos de presión muy próximos a los intereses privados del sector enfocaron su gran cañón contra el operador público orquestando una campaña de ámbito nacional y ahora también internacional, descaradamente interesada en "destripar" al operador público, no hemos recibido, por parte de su "brazo armado", la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC), otras muestras de "cariño" que no fueran una colección de expedientes sancionadores contra Correos con una voracidad más que obsesiva.
Así, la "cruzada" contra Correos por parte de la CNMC acumuló un historial de cuatro multas millonarias en cuatro años sumando una cifra cercana a los 25 millones de euros hasta el año 2013 a los que habría que sumar 8 millones más impuestos en 2014 básicamente fundadas en la política de descuentos a grandes clientes, una supuesta práctica de discriminación y posición de dominio sobre sus competidores llegando a recriminar incluso al operador público, en el colmo ya del argumento irrisorio, que "a pesar del proceso de liberalización Correos mantiene una cuota de mercado mayoritaria en el sector" (textual).
Por supuesto, ni una palabra sobre la enorme debilidad del operador público de nuestro país que ni dispone de cientos de empresas de paquetería como la Poste francesa, ni de banco postal como ocurre con la Poste italiana, ni del apoyo por parte del Gobierno como sí la tienen la mayor parte de los grandes operadores europeos. Que, a pesar de todo esto, Correos tenga un 82% de cuota de mercado, no vamos a decir que es un milagro por no llevar esto al terreno de las creencias, pero sí que es fruto del esfuerzo de todos los que formamos parte de la mayor compañía de nuestro país que, a pesar de las embestidas de unos (CNMC, lobbies privados) y los abandonos de otros (gobiernos consecutivos del PP y del PSOE), sigue manteniendo el tipo más que dignamente. Eso sí, a codazos y con cada vez menos márgenes para la viabilidad a causa de su endémica y excesiva dependencia del monocultivo de la carta y de su escasísima diversificación.
Pero como, afortunadamente, ni estamos en el far west ni vivimos en la ciudad sin ley, la Audiencia Nacional (AN) anuló, en 2015, una multa contra Correos de 8 millones de euros por aquella "presunta posición de dominio" impuesta por la CNMC atizándole, con argumentos tales como que la política de descuentos de Correos "no impedía que el operador privado denunciante pudiera competir por la partida de grandes clientes" que "los operadores privados no han sido expulsados del mercado" o que "la negativa de Correos a venderle el uso de la red a un precio igual que el ofrecido a grandes clientes en modo alguno le impedía competir por esos clientes". En otras palabras, un "zasca" en todos los morros.
Aunque si en la CNMC pensaban que la cosa acabaría ahí, andaban muy equivocados pues la misma AN acaba de anular otra multa de 4,80 millones de euros impuesta en agosto de 2011 a Correos por "supuestamente prestar servicios postales a grandes clientes a precios que no cubrían los costes reales de dichos servicios" argumentando que "la conducta atribuida a la entidad postal pública fue incorrectamente tipificada" dado que la eventual infracción se habría cometido en 2005, antes por lo tanto de la entrada en vigor de la Ley de Defensa de la Competencia que tipifica este tipo de infracciones. O, dicho de otro modo, con tantas prisas y agobios por sancionar al operador público no tuvieron en cuenta ni el marco sancionador vigente legalmente. ¡La ansiedad es lo que tiene!
Desde CCOO pensamos que, a falta de una defensa clara por parte del Gobierno, no está mal queel Estado de Derecho proteja lo público, en este caso el servicio de Correos, frente a los continuos ataques de quienes no tienen otra obsesión, mañana, tarde y noche, que desmantelarlo; de ahí que valoremos positivamente cuantas sentencias judiciales vengan a poner en su sitio a una "sobrada" y sectaria -a favor de los lobbies privados- CNMC.
CCOO reitera la petición de dimisión, por dejación (¿o confusión interesada?) de funciones, del Presidente de dicha Comisión que ya hicimos pública por primera vez el pasado mes de febrero cuando se supo que el Tribunal Supremo podría tumbar un 80 por ciento de las multas impuestas por el regulador porque éste, después de denunciar, "ha dejado sin resolver, en el plazo determinado por Ley, los expedientes abiertos a diferentes empresas y sectores de actividad" condicionando, en el caso de Correos, su gestión, su autonomía y su viabilidad económica.
Es ya una dramática realidad que la política de multas y sanciones de la CNMC ha venido condicionando, y lo continúa haciendo, en los últimos años las reglas del mercado y los márgenes de actuación de Correos y, por lo tanto, de la prestación del Servicio Postal Universal a los ciudadanos, poniendo en peligro miles de puestos de trabajo.
¿Sería mucho pedir que alguien asuma responsabilidades cuando los tribunales de justicia van tumbando, una tras otra, las multas impuestas?
* 2 julio 2010:
- Cuantia: 8,1 millones
- Motivación: Descuentos a grandes clientes
- Denunciante: ASEMPRE
* 23 agosto 2011:
- Cuantia: 4,8 millones
- Motivación: Descuentos a grandes clientes
- Denunciante: ASEMPRE
- Estado Actual: Anulada por la Audiencia Nacional en mayo de 2016
* 23 abril 2013:
- Cuantia: 3,3 millones
- Motivación: Abuso de posición de dominio notificaciones administrativas
- Denunciante: ASEMPRE
* 21 enero 2014:
- Cuantia: 8,17 millones
- Motivación: Abuso de posición de dominio precios de acceso a la red postal
- Denunciante: Unipost
- Estado Actual: Anulada por la Audiencia Nacional en julio de 2015
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