lunes, 22 de mayo de 2017

Adjudicación chapucera de puestos. ¡El empleo no es el cortijo de la empresa!

  • Para CCOO, la Consolidación de empleo es uno de los mayores logros conseguidos recientemente a través de la negociación colectiva en Correos.
  • Es una pena que un proceso de este enorme valor se acabe distorsionado por una mala gestión en la adjudicación de las vacantes que acabe cabreando a todo el mundo: a los que han aprobado, a los que piden en el concurso y a las organizaciones sindicales.
  • CCOO exige una discusión integral del empleo. Que la empresa tenga la potestad autoorganizativa es una cosa, que piense que el empleo es su cortijo, es otra. O se cambia de actitud o entraremos en una fase de judicialización y conflicto.
Hace unos días, CCOO advertía que la empresa no puede basar su funcionamiento en exprimir la gestión al límite, ajustar constantemente, camuflar el empleo, esconder/inventarse los puestos de tiempo completo y de parcial, no identificar el empleo estructural y el de refuerzo, y estar permanentemente bordeando o actuando en el fraude de ley. Y esto se ha reflejado claramente en la adjudicación lamentable de las plazas para la toma de posesión de los aprobados en la consolidación. CCOO ha afirmado que la Consolidación de Empleo (convertir puestos de trabajo eventual en fijo y dar oportunidad de empleo fijo y vida a miles de personas) es uno de los mayores logros conseguidos recientemente a través de la negociación colectiva en Correos.
 
CCOO tramitó, a través de los Grupos Parlamentarios, una enmienda en la Ley de Segunda Oportunidad por la que se autorizaba a Correos a convocar 1.606 plazas en el 2015, y trabajó para que en la Ley de Presupuestos Generales del Estado del 2016 se autorizara el 100% de la tasa de reposición para ese año, como así fue, para abrir una nueva consolidación de más de 2.400 nuevas vacantes, como así ocurrió.
 
Es una pena que un proceso de este enorme valor se acabe distorsionado por una mala gestión en la adjudicación de las vacantes que acabe cabreando a todo el mundo: a los que han aprobado, a los que piden en el concurso y a las organizaciones sindicales. Entre otras cosas porque:
 
* Se hace a ciegas, sin un mapa de vacantes sobre las que poder solicitar, lo que provoca una situación arbitraria y genera una seria desconfianza.
 
* Se aplica por Zonas, de forma descentralizada, de acuerdo con criterios más que discutibles de gestión, como si esos criterios no estuvieran afectados por lo que dice el Convenio Colectivo. El convenio colectivo afecta a toda la empresa, no a una parte sí y a otra no, sea RR.HH., Operaciones o ámbito zonal.
 
* Como consecuencia se han pisado vacantes que estaban solicitadas en el concurso permanente.
 
* Se ha hecho sin negociación con las Organizaciones Sindicales.
 
La empresa, con las angustias de la gestión, se está saltando todas las reglas de juego, rompiendo el circuito regulado actual. Y de esta forma no puede pedir corresponsabilidad ni a los trabajadores/as ni a sus representantes. Esto empieza a pedir a gritos una regulación del circuito del empleo actual 
(bolsas, empleo estructural y de refuerzo, límites al tiempo parcial y trabajar con mapas de empleo). Que la empresa tenga la potestad autoorganizativa es una cosa, que piense que el empleo es su cortijo, es otra. O se cambia de actitud o entraremos en una fase de judicialización y conflicto.

CCOO exige una discusión integral del empleo.

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